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viernes, 25 de noviembre de 2011

UN VIAJE

Será este frio gélido y azul que nos traen las gaviotas por la derecha. O tal vez esta humedad que trae el mar y la lluvia a Barcelona. O serán las hojas de los abedules cayendo en ese tardío e incierto otoño dejando pequeñas ráfagas de aire y gotas de melancolía en mi pecho. O será, yo que me sé, lo que será. El caso es que me apetece mucho iniciar un viejo viaje redescubrir veredas y sendas.

Me apetece empezar a andar por tus pies seguir por tus gemelos y tus muslos. Entretenerme explorando ese lugar que existe entre estos y tu espalda, y en ella, en tu espalda, desnuda de horas y prejuicios, andar despacito y sin prisa. Entretenerme en contar sus lunares y las estrellas que allí dejé prendidas y tal vez enamoradas.

Llegar hasta tu pelo y enredarme allí en su esencia, disfrutar del aroma de tu cabello y mis horas allí perdidas, mis horas allí ganadas. Trepar por él y enmarañarme en la selva de tu melena suelta al viento de tantos lugares aún no visitados.

Bajar por tu flequillo. Hacer parapente desde tus pestañas hasta la hamaca del recoveco del hueco gracioso y frágil de tu cuello con diamantes engalanado. Detenerme en el mejor brillo de tus ojos y allí hacer ofrentas de carne y besos a los paganos y viejos dioses de la alegría y del deseo compartido. Jugar a pintar búhos y alondras en tus mejillas. Entretenerme en tus labios, pasar allí algunos días perdido sin rumbo ni más que hacer que jugar con tu lengua y la mía.

No sé. Quiero hacer un viaje a las líneas de la vida de tus manos a esos surcos difusos que parecen unir nuestras vidas. Caminar por ellos, por los cruces en los que nos separan los senderos en los que nos unen.

Escalar las colinas de tu pecho, con manos desnudas y calentitas. Culminar el techo del mundo que son tus pezones, mientras mis dedos atusan el pelo tras tu nuca. Soplar en tus oídos un Sssshhhh el mundo ahí fuera está quieto y parado buscando la felicidad de mi viaje.

Ya ves, me encantaría bajar caminando, sin prisas ni pausa por la planicie de tu vientre. Sin prisa ni pausa, pero sin descanso para arribar al lago de sal y orgasmos que se forma tras el azar y el placer en el ufano hueco de tu ombligo. Bañarme allí en su sal y tu recuerdo. Descansar y soñar despierto que allí, y en todos lados he dejado las huellas de mi viaje.

Bajar al sur, Al sur de tu ombligo quiero decir, dejando entre el final de tu ombligo soñado y el lugar al que me dirijo un cosquilleo de certezas y paz. Una vida dormida y soñada. Y allí, en ese sur, disfrutar de todos los placeres que ese fértil y maravilloso lugar pueden brindar a un viajero como yo. Es verdad, por el camino perderé trocitos de mí, de mi vida y de mi ser. Así son los viajes, en ocasiones pierdes cosas. No importa.

Quiero, en definitiva, hacer un viaje a tus pestañas y a tu piel, a tus besos y a tus manos.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

OTRA FOTO.

De vez en cuando pongo alguna de las fotos que hago por ahí. Esta me gusta y la comparto.

jueves, 10 de noviembre de 2011

SE BUSCA

Se busca hombre o mujer, no importa edad, ni color del pelo ni tan siquiera si tiene ojos de gata, no interesa su altura ni su peso. Tan sólo su honradez. Se busca, al fin y al cabo, una persona íntegra. Alguien capaz de aunar todas las semillas nacidas en nuestra indignación y que hemos plantado, a golpe de cacerolada, regado con el flujo de sangre de nuestro corazón. Que hemos insertado, esperando que germinen, en todas las almas de buena fe, en todas las plazas de tu pueblo. En todas las calles que van a tu casa.

Se buscan mil palomas blancas, mensajeras de paz y de ramos de olivo. Portadoras de promesas de un futuro mejor.

Alguien que levante su mirada al cielo y sea capaz de mostrar las bellas figuras de papel de celofán azul que esconden las nubes grises. Un político que desconfié de la política. Un subcomandante sin mascaras, con o sin pipa, que deteste los ejércitos y odie las armas. Un líder que aborrezca la palabra líder. Se busca quien sepa canalizar todas las dudas y dificultades nacidas del bello sueño, plagado de pesadillas, que tuvimos aquel cercano 15M. Se busca dirigente, integro e inteligente, capaz y con carisma. Tal vez un arqueólogo apto para encontrar el ánfora de pandora. Destaparla y sacar con manos desnudas la esperanza que allí quedo prendida.

Se busca alguien que no ande perdido en la vorágine de cartones que con entusiasmo y pluma de búho enamorado de alondra impregnada en tinta azul escribimos para mostrar al mundo y a esos viejos políticos nuestra indignación y deseos. Dirigente sin rango, competente para transformar la democracia en una democracia real. Ya. Convertir estos lemas en constitución y norma. Otro mundo es posible. No nos falta dinero nos sobran ladrones. La educación es la única salida. Somos personas no estadísticas ni números perdidos en una bolsa hundida.

Se busca mujer u hombre que sepa escalar, no sólo a tus pestañas. Alguien que sepa auparse, sin crampones, a los escarpados picos de la bolsa y subidas del Euribor, y lo coloque en algún lugar justo. Alguien que no nos calle más que para darnos un beso. Un dirigente que sepa quién o qué son los mercados y los siente en mesa de negociación para decirles; basta. Hasta aquí hemos llegado, todo tiene un final, incluso vuestro insaciable y cansino egoísmo. No todo vale, pero si todos valemos. Nadie vale, por su trabajo, 3500 veces más que otro y no debe de cobrar 3500 veces más.

Se busca la cuerda para atar tu pelo, el verano que perdimos, el abrigo para el invierno y la sombra de la nieve, el camino que conduce a un mundo más justo. Se busca la igualdad. Una subida de sueldo, una bajada de hipotecas. Una cárcel vacía. Unas leyes justas. La hoguera que alumbra y da luz al sendero. Democracia real. Un rey sin corona y republicano. Un mástil sin banderas. La lluvia de café que riegue los campos de comida para todos. La risa de un niño. El futuro de colores.

Se busca quien sepa que quizás mañana sea tarde. Que nos devuelva el mes de abril. Que reviente los adoquines para encontrar la arena de playa que la especulación y los edificios ilegales taparon en nuestras costas y nuestras pupilas. Quien transforme tan digno movimiento en algo más para que no quede en un bonito sueño, en las batallitas perdidas que contaremos a nuestros nietos. Para que no se quede en poesía escrita en cartones. Que ponga en evidencia que no somos antisistema que el sistema está contra los que quieren un mundo mejor para todos, contra los que entendemos que el dinero no está por encima de nada, que no todo vale. Que el mundo, la política y la vida la dirigimos los hombres y mujeres de buen corazón y buenos sueños y no un punto de mas o de menos de interés.

No perdemos la ilusión ni la esperanza. Tal vez alguien canalice todo ese brillo de optimismo y certezas de nuestros ojos, todo ese deseo y utopía posible.

Se busca, en fin, convertir el sueño en realidad. Otro mundo es posible.